jueves, 24 de noviembre de 2016

PROBLEMATICA DE RIESGO SOCIAL



MALA ATENCIÓN DEL SERVICIO DE SALUD EN EL HOSPITAL FRANCISCO LUIS VALDERRAMA DEL MUNICIPIO DE TURBO ANTIOQUIA.

Visión general del caso

 La deplorable atención en el servicio de la salud, no es un tema extraño para los colombianos, de hecho, por los medios masivos de comunicación, son material importante y constante en sus espacios informativos, como si de un hecho necesario y casi normal se tratara. El municipio de Turbo está conformado por más de 163000 habitantes tanto en su área urbana como rural Y cuenta con una clínica privada y con  tan solo con un hospital público el cual no abastece la necesidad de los pacientes, si no que ademas no cuenta con el nivel necesario para atender de manera general y de carácter de especialistas  los múltiples casos del municipio de una manera apropiada e integral.
No es difícil entender, que el problema de la salud, aunque es un problema de moral por parte de nuestros gobernantes al ignorar el agigantado problema, la verdad es que por su impacto y afectación, es un problema social y generalizado que no considera condición social ni económica. Y aunque no estamos directamente interesados en hablar de corrupción, no es para nada extraño, como en medio de las intervenciones, encuentran tan desmedidamente los hallazgos de malos manejos económicos, contratos con sobrecostos, y la desaparición de recursos sin razón alguna. Pero sin indagar todavía en cuestiones morales sigamos el curso de análisis de esta problemática moral.



Razones que sustentan declarar la salud como un servicio deplorable e ineficiente en el hospital del municipio de Turbo Antioquia



·         * Difícil y limitado acceso a citas generales
·         * Sistema deficiente de información
·         * Falta de medicamentos, solo cuentan con los básicos
·         * Escasa y casi nula posibilidad de citas con especialistas
·         * Tardanza para remitir pacientes a otros centros
·         * Demorada atención en sala de urgencias
·         Limitante servicio en sala urgencias


Razones de peso causantes de la problemática

Para reconocer el problema ético inmerso de la situación debemos saber las razones que la originan, ante lo cual pretendo ser breve y conciso. Aunque la afectación que presento, la hago desde lo local de mi comunidad, su origen y razón de peso cobra sentido desde el gobierno estatal, en Colombia la salud  se ha convertido en un mercado basado en una libre elección del servicio, una especie de demanda por el tipo de enfermedad, dando una visión inequitativa de este derecho;  y es donde se pone la balanza equidad o eficiencia, pero entiéndase bien, la inequidad se da al relacionar la posibilidad de tener una mejor o mediana calidad de salud, si y solo si, se tiene los recursos suficientes para enfrentar los costosos procedimientos médicos. Ahí está precisamente la afectación a mi comunidad, la cual en su mayoría es de escasos recurso para acceder al servicio que pueda asegurar un buen servicio de atención en salud.

En conclusión la salud paso de ser un servicio común como derecho constitucional, a un bien servicio de mercadeo de considerable costo, solo para quienes económicamente puedan adquirirlo. De derecho a negocio. Hasta este punto es muy fácil comenzar a desplegar los posibles agujeros éticos de la salud  y sus implicados.


CONTRASTE DE LA PROBLEMÁTICA CON  LA ÉTICA MORAL.

La realidad del asunto inicia por intereses inescrupulosos, de quienes con moral muy cuestionada, teniendo la responsabilidad de primera mano cómo nuestros dirigentes y gobernantes, no hacen nada para cambiarlo. Y por parte de la población común, estamos los que escogimos tales gobernantes, ya sea incurriendo en sus intenciones o ignorantes de sus propósitos y por  tanto engañados por las falsas promesas de un posible cambio. En relación de sus causantes, la situación presentada aquí es una situación de responsabilidad social.

Como dijo François Vallaeys La responsabilidad social hasta el momento no ha transformado nada


El deterioro de la moral de algunos, limita hasta el punto de considerar La salud y por tanto la vida del ser humano, como un juego, al comerciar con la posibilidad de adquirir un bienestar físico y moral, impulsado por sus ambiciosos y convenientes intereses, a costa de la vida de sus mismos electores.
Nuestra estructura moral es perfectamente buena o mala de acuerdo a nuestras decisiones para direccionar nuestras acciones en el rumbo que queramos.



Adela cortina dijo: “Tenemos una estructura  de Libertad justificación responsabilidad: Moral Como Estructura”

Y es quizás es una de las bases para comprender que tenemos la potestad de tomar las decisiones que queramos con razones justas o injustas de haberlo hecho y con la obligación incluida de tener responsabilidad ante las consecuencias. Directa o indirectamente somos responsable de que no contemos con un servicio de salud estable y eficiente, al darle mal uso por desinterés  o por el contrario por el interés en cosas que desvían de la ruta apropiada para una mejor calidad de vida. Des de ahí en el mecanismo de participación nos estamos equivocando al escoger personas incompetentes y moralmente fragmentados por la codicia y la intención de protagonismo y crecimiento propio, dejando de un lado la construcción del tejido social, propiciado por los valores que como humanos nos identifican como un ser moral desde el nacimiento.


Estamos acompañados de un conjunto de escritos, muy bien apreciado desde la lectura pero ausente en la aplicación de las misma, de leyes, acuerdos y principios que en conjunto pueden representar una ética normativa, que al pensar en ella motiva a la confianza de idealizar vivir, con la protección de lo justo para asegurar una calidad de vida, pero ni metaetica como revisora de las normas éticas existentes, ni la ética aplicada quien brinda propone y establece unas normas y principios previamente bien establecidos aplicables en el comportamiento humano, parece tener efecto ante tan preocupante situación del servicio de la salud, que sin ser extremista, pero más bien realistas, ya ha tenido consecuencias mortales, y eso sin mencionar, la cantidad de molestias al soportar largas esperas para poder ser atendido como corresponde.

Como dijo François Vallaeys La responsabilidad social es un camino vanido  pero que debe ser articulado  con políticas públicas al fin de consolidar el cambio”




Pareciera que el avance tecnológico y de la sociedad como tal, estuviera paulatinamente deteniendo el bienestar de sus habitantes. Cuando aparentemente hablamos de un progreso, camuflada mente emerge también los problemas bases de mayor impacto para los hombres, como especie de daños desequilibrantes, se quiere con intenciones hacer, lo que a la final muestran resultados consecuentes desastrosos para el bienestar publico. Si bien nos respalda una leyes, coherentes y bien redactadas desde su escrito como ley estatutaria  1751 de 2015, los esfuerzos para hacerlas cumplir parecieran estar desorientadas de los propósitos por las cuales existen y de la verdadera necesidad por las cuales fueron creadas. Como si todo el trabajo aplicado para el cumplimiento de estas normas publicas, perdieran sentido al momento de aplicarse.

Por eso François Vallaeys decia “El hombre sabe a menudo lo que hace, nunca sabe que hace lo que el hace”

La verdad de la realidad del caso del deterioro y mala atención en la salud esta,  en implicar una responsabilidad social, somos responsables de los impactos o consecuencias que ha generado las malas decisiones en la elecciones, por la corrupción de los dirigentes y en definitiva por la falta de valores con constituyan un carácter moralmente definido y orientado construir una sociedad justa y equitativas de los implicados, donde la responsabilidad no es individual.


POSIBLE SOLUCIÓN

Creer que con la creación de más leyes, estatutos o mayores sanciones, se pueda solucionar el problema, sería tan absurdo como creer que no tenemos la habilidad de libertad para escoger lo que más nos convenga.
La solución al problema esta en la predisposición de pensar y actuar bajo la concepción de principios morales estables y sostenibles desde lo individual hasta lo grupal, es decir, un cambio de interno reflejado en las relaciones interpersonales, corporativas, institucionales, y en cualquier nivel sin excepciones. Como si fuera una inyección moral de principios o de ética normativa. Este como un principio individual.

Cambio sistemático

Por la magnitud del problema, la solución implica también cambios majestuosos y radicales, desde el punto de vista gubernamental, quien como cabeza tiene la autoridad de ejercer cambios y orden general. Incentivando el derecho a la vida respetando el principio de lo que implica calidad de existencia, dentro de sus necesidades básicas y elementales como la salud, la alimentación la educación y la familia. Todo esto sería posible mediante la restauración y aplicación de buen uso de recursos económicos que permitan un flujo sostenible para el pago oportuno al sistema de la salud. Una gobernabilidad que tenga en claro que bajo principios éticos, el desarrollo real de la sociedad no implica mayor crecimiento en infraestructura, si no mayor fortalecimiento en las relaciones calidez de vida de la sociedad como eje central de cambio.

La inyección de ética a las instituciones gubernamentales o de cualquier tipo, puede hacer la diferencia entre el fracaso o el éxito de sus metas.

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