jueves, 13 de octubre de 2016

Problema ético

LA EUTANASIA UN DILEMA MORAL

Iniciemos por definir que es la eutanasia:
Etimológica mente el término sólo significa «buena muerte» y, en este sentido etimológico, vendría a resumir de excelente manera el ideal de la muerte digna. Sin embargo, esta palabra se ha ido cargando de numerosos significados y adherencias emocionales, que la han vuelto imprecisa y necesitada de una nueva definición.
http://www.eutanasia.ws/eutanasia_suicido.html



En otras palabras, es la acción que acelera la muerte digna de una persona en especificas condiciones de salud (desahuciado) bajo su consentimiento y con el fin acabar con su sufrimiento y dolor.
Otros términos están estrechamente asociados a esta problemática, sin embargo, en este aporte solo dejaremos claro que es la eutanasia.

LA EUTANACIA UN DILEMA MORAL

Las conductas eutanásicas plantean un problema en relación con la prolongación de la vida humana hasta puntos inimaginables. Por ello, el ordenamiento jurídico debe tener una respuesta para ello. Respuesta que debería estar en función de una reflexión moral.

La eutanasia se ha definido como "una inducción de la muerte sin dolor en interés del destinatario, que supone la reducción de la vida de un enfermo terminal".

Sin embargo, resulta necesario hacer ciertas matizaciones: en primer lugar, no necesariamente tiene que ser en situaciones de terminalidad, sino en casos donde un sujeto considera que la vida le genera mayor cantidad de mal que de bien. Siempre existe un motivo de benevolencia para el destinatario, nadie tiene legitimidad para imponer dolor a un sujeto, y todos tenemos el derecho de dejar de sufrir. Además, la terminalidad es una noción muy amplia y confusa. Una situación podría ser terminal si la autonomía física del sujeto está tan mermada que no puede disfrutar o ejercer derechos mínimos o capacidades básicas. Por otro lado, también hay quien piensa que terminalidad se puede equiparar a irreversibilidad.

Ahora bien, eutanasia no es asesinato, porque éste no atiende a los intereses del sujeto, ni se caracteriza por una razón humanitaria; en tanto que la eutanasia tiene por objeto disminuir el sufrimiento en el marco de un proceso que sigue su curso. Tampoco eutanasia es suicidio, porque exige la participación de un tercero.

En relación con este tema, y de los muchos dilemas morales de cuya resolución depende la caracterización moral de la eutanasia, uno de ellos consiste en el cambio de paradigma de santidad de la vida, es decir, frente a la consideración de la vida como algo santo, tenemos la consideración de que la vida vale en función del valor que tenga para cada persona.

Debemos partir de la base de que detrás de la eutanasia existen diferentes concepciones sobre la vida y la capacidad de decisión o determinación que al sujeto se le debe reconocer.
Román Sarmiento T. S. El Dilema Moral De La Eutanasia. Colaboradora de la Liga Española Pro-Derechos Humanos. Extraído de:

ANALISIS  CRÍTICO



El dilema ético de la eutanasia no es nada fácil de comprender, por sus razones de peso de conciencia y la ideología sea personal o religiosa respecto al tema. Y es quizás más fácil hacer preámbulo a una compresión ideal aunque sea básica, si lo retomamos no solo desde las premisas humanas, sino más bien desde los fundamentos temáticos razonables y desde ambas posiciones para poder así realizar conjeturas más justas y bien planteadas desde un conocimiento científico sin olvidar  la esencia del aspecto moral.
De esta forma, se abordara desde distintos aspectos, inicialmente desde dos y muy importante pero  a la ves elementales; el carácter sagrado de la vida y la calidad de vida.

Carácter sagrado de la vida



Es la concepción clásica y religiosa, donde lo más sagrado es la vida sin importar la voluntad del sujeto. Y nadie tiene legitimidad moral para discutir esa santidad.

El carácter sagrado de la vida desde el enfoque bíblico.

Sostenemos que la vida humana es sagrada y que toda persona tiene derecho a que se la trate con respeto, como individuo creado a imagen de Dios. Nuestro deber cristiano es amar al prójimo como a nosotros mismos (Marcos 12:31) sin distinciones de raza, sexo, credo, nacionalidad o status social. Nos oponemos a toda forma de discriminación, prejuicio y violencia, por considerarla incompatible con los designios de Dios.
Mantenemos que la vida —desde la concepción hasta la muerte— es una valiosa dádiva de Dios que debe respetarse y resguardarse. Siendo Dios el único dador de vida, creemos que el tiempo de la muerte de cada vida humana también debe dejarse en Sus manos (Salmo 31:15).
Génesis 1:27, 2:7; Salmo 139:14-16; Gálatas 6:10; Romanos 2:11; 1 Corintios 16:14
Extraído de: http://www.thefamilyinternational.org/es/about/our-beliefs/sanctity-life/


Calidad de vida



Y como segundo lugar la concepción es la de la calidad de la vida. Hay circunstancias que contribuyen a que la calidad de ésta sea mayor o menor, y por lo tanto puede ser sometida a ponderación con otros fines, valores o intereses.

Hasta este punto es claro evidenciar los dos aspectos más elementales sobre el tema, aunque en realidad existen otros con mucha más envergadura, por lo pronto redundaremos sobre estos.

OTROS FUNDAMENTOS IMPORTANTES.

Si bien los anteriores aspectos son bien importantes, los mencionados a continuación no son  más que unos fundamentos éticos de la eutanasia, los cuales son necesarios retomarlos para tener una concepción más precisa y ubicada respecto a este dilema. Dentro de ellos tenemos:
Sujeto moral autónomo, sobre este tema Raúl García Brink (2004) dice: “Si partimos de estos fundamentos, las consecuencias éticas son claras: la persona es reconocida como sujeto moral autónomo, es decir, cualquier ciudadano tiene la facultad de escoger por sí mismo los valores que deben regir su conducta. Así, pues, el Estado acepta la capacidad de los ciudadanos para decidir lo bueno y lo malo, sin que ninguna otra instancia superior pueda sustituirlo en esta íntima decisión”
Bajo esta opinión queda claro la declaración determinante de la libertad que tenemos como seres humanos, y eso, sin mencionar nuestro sistema de gobierno que precisamente declara la libertad como un derecho constitucional. Este es uno de los punto mas indispensables en la polémica de si es moral o no. Recordando un poco la temática de la unidad uno en los videos de ¿para que sirve la ética? Adela  Cortina dice “Tenemos un cerebro hiperformalizado: pues ante cualquier situación no respondemos automáticamente como los animales, pues tenemos la posibilidad de considerar varias opciones para tomar determinada decisión, de ahí que El ser humano es libre”. Y bajo esta premisa podría la balanza aventajar a la eutanasia como moral, pero aun no, todavía es necesario retomar mas bases que además de la libertad afirmen con mas profundidad el que poder hacer con la vida en cuestiones de calidad y su carácter sagrado.

Carencia de fundamento: para quienes apoyan la eutanasia, sostienen afirmativamente su concepción bajo el principio de la libertad como un derecho a elegir a nuestra disposición. Desde este punto se cree que no exista fundamento valido para imponer creencias ideológicas en contra de la eutanasia: “Si alguien cree que vivir es una obligación en cualquier circunstancia porque considera que dicha conducta es moralmente buena, está llevando legítimamente a la práctica sus propios valores dentro de un Estado democrático y plural, pero no es una razón de peso para exigir que el Estado imponga como universalmente obligatorias dichas creencias. Todo ciudadano tiene el derecho a requerir del Estado que se respete el margen de libertad que le permita ejercer sus valores, pero no parece legítima la pretensión de que el Estado imponga como norma jurídica lo que para un grupo más o menos numeroso de ciudadanos es una obligación moral o religiosa” Raúl García.
Algo claro en este punto es comenzar a ver un mayor desbalance concedido  por el principio de la libertad de poder escoger, pero aun no termina.

La vida es un derecho, no un deber: La constitución en los derechos fundamentales dice “
Artículo 11. El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte” y es solo hasta aquí y todos los demás artículos que siguen redundando sobre la libertad, que encontramos un equilibrio de la balanza al momento de precisar opiniones.



FINALMENTE



Alrededor de la eutanasia podríamos abarcar tantos temas, hasta poder hacerlo un ensayo casi interminable. Pero algo si queda claro, todo depende desde el enfoque con que se mire, si bien el cristianismo sostiene su rotunda posición del no, otras ideales opositoras bajo los principios de la libertad aluden que es un acto moral. Pero no olvidemos que el complique del tema esta precisamente en lo moral, porque si bien la moral no es una norma universal o standard, de lo único que podemos estar seguros es de la estructura moral, que tenemos programada todos. Sin embargo el enfoque que personalmente cada quien le brinde a la autanacia dependerá de los contenidos morales que las personas vayan obteniendo y desarrollando de acuerdo al entorno cultural y social del que se rodee.
Bien los exponía el tema de “carencia de fundamentos” al afirmar que cualquier corriente  ideológica o religiosa  puede ser influenciada  mas no impuesta y obligada. Por ello toda postura ante este dilema obedecerá al criterio mencionado por la filosofa Adela Cortina:

“El ser humano es inevitablemente moral. Porque todos nos forjamos un carácter, toda persona y todas las organizaciones”

Con todo lo anterior, el dilema ético de la eutanasia seguirá siendo un tema controversial debido  a la diversidad ideológico marcado por los criterios éticos de cada persona sociedad o cultura, pero no por ello nos excluye de la responsabilidad y obligación moral que tenemos ante la libertar autóctona del ser humano ante el hecho moral de la vida y la muerte.

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